Posiblemente es su imagen menos reveladora, cuesta mucho verle distendido, cercano, afable, aunque siempre he defendido que en las distancias cortas y hablando de Baloncesto, del juego, de lo que ha vivido como jugador, creo que debe ser genial, aunque ahora parece que nunca lo sabre, ya que su tiempo parece agotarse en Valencia.
El recuerdo es efímero, el tiempo pasa más rápido que un Fórmula Uno, y estamos ante una sociedad que devora mitos, devora ilusiones, devora recuerdos sin parar, sin que apenas se hayan producido.
Valencia Basket, no ha empezado bien, si se compara como acabo el año pasado, lógicamente la exigencia dejada era máxima, muy alta, posiblemente inalcanzable, pero creo que todos hace apenas 3 meses pensábamos que sería posible, que teníamos jugadores, entrenador, afición y club para disfrutar, pero nos empeñamos en no disfrutar.
Ya no disfruta ni el aficionado, que el domingo se fue raro, extraño, helado, porque la palabra ganar también ha abandonado la Fonteta.
Los jugadores, raros, serios, desilusionados, cuando aún nada se ha perdido, cuando aún nada ha ocurrido, y el propio Valencia Basket, que como club, como institución, nada más podemos pedirles, lo están dando todo, han dispuesto de todo lo que pueden o tienen para que el Baloncesto sea para disfrutar, pero se vuelve todo gris.... y sobre todo él Perasovic, que busca rotar, cambiar jugadores, tácticas, alternativas, da minutos, da menos minutos, e intenta superar lesionados, pero todo lo que intenta, todo lo que prueba acaba mal y el aro es cada día más pequeño.
No somos nadie, deberá pensar el técnico, que lee, vee, escucha la palabra fin más cerca, pero porque no recordamos, porque no le damos al tiempo su valor, porque no dejamos poso, no disfrutamos, no creemos, porque este juez tan inamovible, tan duro como el tiempo, no es justo con el Valencia Basket, que juega Euroliga, o es que no queríamos jugar la Euroliga?.
Yo creo que no somos justos, que todos, deberíamos de volver a reir, a recordar esa Eurocup, a que los jugadores vuelvan la vista atrás y recuperen la ilusión, que el aficionado acuda al pabellón en un número como hasta ahora, pero con un vigor un aliento de ilusión, que Valencia Basket siga divirtiendo, haciendo todo lo bueno que tiene que sabe hacer para disfrutar, música, regalos, concursos, y que ojalá Perasovic tenga tiempo para revertir, para sacar ese carácter propio que le definía como jugador y que todos vimos como entrenador no hace más allá de 4 meses.
Sino somos todos capaces de juntar ilusiones, disfrutar de este tiempo que nos toca vivir, malo, porque si sólo somos capaces de acortar el tiempo, y de no disfrutar del mismo, no somos nadie, y seremos condenados por el Juez eterno el Tiempo que dictara sentencia, y a veces no conforme a Derecho, y lo sabré yo.....
Francisco Javier Muñoz Romero
Falta Personal y Fumble en el Hielo.
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