Jornada de NBA en la madrugada
del domingo al lunes en la cual inicialmente había QUE estar pendiente de
otros frentes como lo era la (sufrida) derrota de Philadelphia en Memphis que
le llevaría a igualar la peor racha de derrotas en el inicio de una temporada
(0-18), igualando así a los Nets de la 2009/10. Además con un total de 28
derrotas seguidas (si se contabilizan los diez últimos partidos de la Regular
Season anterior) los Sixers suman 28 derrotas seguidas pulverizando de este
modo todos los registros negativos de las grandes ligas del deporte profesional
norteamericano.
Pero
la atención de los focos mediáticos se desvió hacia la costa pacífica para
recaer en el Staples Center de Los Ángeles y no precisamente porque (el jugador
otra hora llamando) Ron Artest podía
llegar a los 1.700 robos en su carrera NBA si sumaba dos en su estadística del
partido ante Indiana (que por cierto, sí que consiguió alcanzar esa cifra), el
motivo de alboroto fue que algunas horas antes de disputarse el partido Kobe Bryant
anunciaba oficialmente en la sala de prensa del mencionado pabellón que pondría
punto y final a su carrera como baloncestista profesional a final de temporada.
Si las
lesiones y la salud le respetan, y como se prevé los Lakers no se clasificarán
para Play-Offs, la fecha presumiblemente de su adiós a la NBA será el miércoles
13 de abril en ese mismo pabellón ante Utah Jazz en la última jornada de la
Regular Season 2015/16. Aunque en esa emotiva rueda de prensa el jugador
manifestó que le gustaría retirase disputando los JJOO de Río de Janeiro en
verano, otra cosa es que Coach K convoque o no al jugador; al menos por méritos
deportivos Bryant no merece viajar a Brasil, otra cosa será si entran o no en
juego factores extradeportivos.
No es una
retirada de un jugador de baloncesto más, posiblemente sea el jugador más
determinante en este deporte después de Michael Jordan y mientras (parece aún
lejano) LeBron James no piense también en abandonar las canchas. Además de los
cinco anillos que adornan sus dedos Kobe Bryant es una leyenda de la NBA:
tercer máximo anotador de la historia de la competición (precisamente LeBron
James es el único ser vivo que tal vez podría llegar a superarle durante la
próxima década), décimo-cuarto en robos y el décimo-noveno con más partidos
disputados (y si las lesiones y la salud le respetan esta temporada podría
acabar en abril ocupando el puesto décimo-segundo en este apartado).
Por si todo
esto fuera poco esta temporada 2015/16 ha superado al mismísimo John Stockton
(el legendario base precisamente de los Jazz) en su registro de mayor número de
temporadas disputadas en una misma franquicia sumando (con la presente) veinte
cursos baloncestisticos enfundándose el uniforme de los Lakers y superando así
las diecinueve del mejor asistente y robador de la historia de la NBA. Cifra,
ésta última, que esta temporada alcanza, por cierto, otro ilustre de la
competición, Tim Duncan, con los Spurs. Eso sí, todo parece indicar, y más
viendo su espectacular estado de forma, que la próxima temporada ‘Timmy’ podría
igualar el registro de Bryant e incluso superarlo si (se viene muy arriba) y
siguiera en activo en la temporada 2017/18, quién sabe. Lo que nadie puede ya
quitarle a ‘Black Mamba’ es haber sido el primero en conseguir llegar al veintena
de temporadas de fidelidad a una misma franquicia.
Únicamente
cuatro jugadores más han llegado a la veintena de temporadas disputadas en la
mejor liga de baloncesto del mundo, aunque éstas repartidas entre dos o más
franquicias: también jugó veinte temporadas otra leyenda de los Lakers (y de los
Bucks) como fue el caso de Kareem Abdul-Jabbar. Superando esta cifra y habiendo
disputado 21 temporadas en sus espaldas están Kevin Willis y Robert Parish
además de Kevin Garnett que (si la salud le respeta) tiene contrato para una
temporada más y podría convertirse en el primer jugador en disputar 22 ediciones de la NBA.
Por
todos los ilustres nombres mencionados en este artículo hay que guardar un
hueco a Kobe Bryant en el olimpo del deporte de la canasta y qué mejor manera
de hacerlo que recordando su emotiva despedida: “desde que empecé de niño a
lanzar tiros imaginarios me enamoré de ti. Un amor tan profundo que ha hecho
que te haya dado todo lo que tenía dentro. De mi mente y mi cuerpo a mi
espíritu y mi alma (…). Lo di todo por ti porque eso es lo que se hace cuando
algo te hace sentir tan vivo como tú me hacías sentir. Le diste a un niño de
seis años el sueño de los Lakers y siempre te amaré por eso. Pero ya no puedo
obsesionarme contigo (…). Y me siento bien. Estoy preparado para dejarte ir.
Los dos saborearemos cada momento que hemos pasado juntos. Lo bueno y lo malo
(…). Y los dos sabemos que haga lo que haga en el futuro siempre seré ese niño
que soñaba apuntando mi balón a un cubo de basura como si sólo quedarán cinco
segundos para el final de un partido imaginario. 5, 4, 3, 2, 1… Siempre te
querré. Kobe”.
Por cierto
Lakers visitan su Philapelphia natal en la madrugada del martes y Kobe podría presenciar
in situ (en caso de ganar los Lakers) el peor inicio de temporada de la
historia de la competición y aportar su granito de arena para que los Sixers
tuvieran un 0-19 en su casillero. HASTA SIEMPRE KOBE !!!