@NBA
Ya han pasado los días, ya queda atrás una gran noche/madrugada de domingo, con buena gente, y gran ambiente, basta con reunirnos apasionados del Baloncesto, un buen local y un buen catering para disfrutar del Rey de Cleveland, y sobre todo ganar aquellos que apostaban en contra... y lo saben.
Ahora que está tan de moda aquello del Rey... en el Norte....en el Trono de Hierro....etc...etc..., CLEVELAND ya puede decir que también tiene su REY y un REY verdadero, un Rey legítimo, prometió a su pueblo que les haría ganadores y lo hizo.
Pero cómo llega un REY al trono, como se proclama, y cómo se corona, pues a base de ganar a aquellos que como él querían ese trono, aquellos que fueran los mejores, aquellos que en verdad acreditan tu acceso al trono, venciendo a los imbatibles y actuales poseedores del trono a los Golden State Warriors, y ganar el trono en su propio reinado.
La final de la NBA de este año quedará para el recuerdo, quedará para la historia, como una de las mejores finales, una de las finales que todo el mundo dirá orgulloso yo vi la final en la que Lebron James se coronó REY en la NBA.
Estaba dominada la final, estaba 3 a 1, y los actuales campeones estaban jugando al Baloncesto, estaban dominando la final con solvencia y preparaban el quinto partido se presentaba como un trámite para sepultar al aspirante para que no pudiera llegar a coronarse.
Pero cuando más muerto le daban, entonces junto a su compañero de batalla, junto a su querido base escudero, y compañero ausente el año pasado, pero esa pieza clave, un Hall Of Fame futuro, Sr. Irving, ambos sumaron 41 puntos en un espectacular quinto partido, y en el sexto partido, Lebron otros 41, llevando la batalla a un séptimo partido, 41 puntos por partido, abrumado al rival y dando esperanza a los suyos, se comenzaba a escribir un episodio, una épica que sería leyenda.
El séptimo partido se resume en dos jugadas, el estratosférico tapón a Igualada, y el triple de Irving, y sobre todo en 4 minutos, donde el mejor equipo, donde las mejores metralletas de la liga, se quedaron mudas, sin acierto y no fueron capaces de anotar, Curry nunca volvió a recoger los papeles que perdió en el quinto partido, y Thomson se encontró desorientado, incrédulo de ver que perdían el anillo y na podía hacer, solo Green luchaba pero se agotaba, Lebron fue mucho, mucho, mucho, fue el Mejor.
KING JAMES, el 23 de CAVS, cumplió su promesa, hace sentirse orgullosos a una ciudad maldita a la hora de celebrar títulos, y de paso ya está a los pies del padre, del otro 23, aunque siempre deberá guardar respeto y pleitesía al 32 amarillo y al 33 verde, y otros dioses de los 60, y 70.
Ahora veremos si el 30 de San Francisco recupera la sonrisa y el año que viene, destrona al REY, por todo esto la NBA no nos deja dormir....
No quiero acabar sin darle las gracias a Antoni Daimiel, 20 años creciendo a su lado y disfrutando de su presencia en las Finales, creo sinceramente que merece también estar ya en el Olimpo del periodismo deportivo si existe, humildad, sencillez, elegancia y humor para ser complemento de grandes narradores, y para ser inmortal en la NBA, Gracias.
Francisco Javier Muñoz Romero
Falta Personal.