Sar, ocho de la tarde del sábado, sonaban los tambores, saludaban a los que estaban dispuestos a morir en la pista por seguir vivos en esta ACB de sus sueños, casi seis mil aficionados acompañaron sus redobles durante 40 minutos de infierno que vivieron los muchachos de Katiskaris. El griego desesprado y superado tiró de estadística y juego sucio pero no hubo combinación salvadora, nada pudo parar a los gallegos en la pista. Ganaron de 19 puntos, con contundencia, al fin tenían un cinco debajo del aro, Maric, un cinco que había que defender dando facilidades de tiro al resto del quinteto de la pista y todos supieron aprovechar cada segundo para encararse con la canasta, Caloiaro y Kolesnikov dos máquinas de matar, su cadáver un Murcia que necesitaba de esa victoria para mantener posibilidades de estar en los play off. Sar vibró como hacía meses, habíamos vivido un partido de los que hacen historia, un partido clave para nuestros intereses, sólo nos quedaba rezar y que el Sevilla ganase a nuestro máximo enemigo, el entrañable, Estudiantes. Sevilla arrasó a Estudiantes (82-59), confirmando su salvación matemática tras momentos muy difíciles en esta temporada y premitiendo a los gallegos soñar con la permanencia una jornada más.
Otros que han sufrido durante toda la temporada han sido los malagueños que tras momentos críticos vuelven a ver la luz y con su victoria ante el Manresa confirman su asistencia, ya clásica, en los play off, destacamos el papel protagonista e Nedovic con 25 puntos en su haber particular en una brillante actuación en tierras catalanas.
Pero si hablamos de luz, tenemos que hablar de Adams y James, semana coral de los vascos, Caja Laboral, comandada por Perasovic, firmó una actuación magnífica a pesar de tener tres bajas fundamentales en el equipo, Hanga, Shengelia y mi favorito, Fabien Causeur. Djordjevic y su comandante Diamantinis sucumbieron en un 3-0 ante Perasovic, James-Adams, el Caja Laboral ya está en la Final Four, suena fácil, pero no lo fue, ocho jugadores ante un recital de rotaciones por parte de los griegos, ocho jugadores que se dejaron las entrañas en la pista y lograron su objetivo con un juego vistoso, rápido y efectivo. La lógica nos hacía pensar que después de su épica europea, la flaqueza de energías se notase en su partido de liga, pero más espectáculo fue lo que vimos ante los siempre correosos Fuenlabrada, 41 puntos firmó Darius Adams, record de la temporada. Nos quedamos sin palabras ante la hazaña, fruto del buen trabajo de jugadores y entrenador, fruto del sufrimiento día a día, sólo nos queda rezar para que tanto esfuerzo tenga su recompensa.
No podemos decir lo mismo de dos de los grandes, Real Madrid Barcelona, se enfrentaban el domingo en el Palau, vimos más de lo mismo, juego al más puro estilo montaña rusa, picos de lo mejor y lo peor de los dos equipos, dos entrenadores que no son capaces de controlar el juego, de construir una defensa férrea, ni de alcanzar la regularidad durante los cuarenta minutos del partido. Esta vez la victoria eligió el color blanco, Laso buscaba redimirse de sus pecados, eliminatoria fulminante en Europa ante el temible Obradovic que no dejó lugar a la esperanza para el Real Madrid, la suerte decidió abandonar a Laso y a sus chicos después de acompañarlos un largo camino durante toda la temporada en su batalla europea. Xavi Pascual estaba más preocupado en su viaje a las tierras rusas tras perder el factor campo ante el Lokomotiv, de ahí rotaciones y combinaciones en la pista poco frecuentes que facilitaron la victoria del Real Madrid en su visita a tierras catalanas.
El Bilbao se afianza en posiciones de play off con su victoria ante el Joventud, victoria dirigida por su incombustible capitán Mumbrú que resolvió el encuentro en el último cuarto. Pedro Martínez y el maestro Aito resolvieron sin dificultades sus dos encuentros desde sus posiciones de tranquilidad que les dan el haber hecho bien su trabajo durante toda la temporada, partido a partido, batalla a batalla, sus víctimas Iberostar Tenerife y Andorra.
Hoy me despido con el sonido de los tambores en mi mente, suenan a victoria, victoria aplastante del Obradoiro que deja paso a la esperanza, ESPERANZA que viste de verde como este Baskonia grande que nos ha tocado vivir.
Marta Rey que sufre por su Obradoiro y pide a Santiago lo mantenga en primera, para todos los seguidores del baloncesto y en especial para los de Falta Personal.