foto ACB.com
A sólo seis jornadas para el final de esta liga este gran deporte nos demuestra lo grande que es una vez más. Todo es posible en cuarenta minutos de juego intrépido, vertigonoso de diez soldados capitaneados por dos generales y aupados por una gran afición.
No, no estamos hablando del clásico que jugaron ayer Madrid y Barcelona, aburrido y gris, donde una vez más un genio salvó a uno de los grandes. Volvió Carrol el castigador, a bombardear la pista del Palacio y llevó a la victoria con 19 puntos de un total de 26 en el último cuarto a la cuadrilla de Laso ante un insípido Barcelona que dejó solo a un Tomic luchador incansable que se crece cuando juega ante su ex equipo.
Pero hoy la historia la escribe con letras doradas el Obradoiro.
Ayer fue protagonista de una remontada épica ante un gran Bilbao Basket, cuarto en la tabla por méritos propios. En el descanso del partido la afición de Sar rezaba para no perder de más de veinte ante unos "leñeros" hombres de negro, pero señores en este juego las sorpresas tienen cabida y siempre hay una recompensa al buen hacer, al esfuerzo.
Tras una remontada magistral aupada por una afición rendida a sus jugadores que no cesó de arroparles a pesar de dos primeros cuartos de ofuscamiento y frustración ante un imposible Bilbao, el Obradoiro ganó liderado por un Waczynski con 27 puntos que ayer demostró que querer es poder, ayudado por un Pozas y kleber sensacionales que dieron la vuelta al marcador, dejando a los chicos de Sito sin su particular mariscada gallega.
Otra épica la del Valencia, récord de los chicos de naranja 17 canastas más allá de los 6,75 ante un Guipúzcoa que nada pudo hacer para evitar que el Valencia alcanzara la sexta posición en la tabla.
El Unicaja volvió a ganar después de mandar para casa a un Baskonia abatido en Euroliga este jueves. Ganó en la cancha del Estudiantes, rival nada fácil que esta temporada es apodado como matagigantes. Partido muy igualado que se resolvió en los últimos minutos manteniendo así su posición de líder una jornada más para el regocijo de los que creemos en la recompensa a la continuidad, al esfuerzo día a día, al trabajo en equipo que hacen de los chicos de Plaza mi particular debilidad de esta liga.
Esta noche tuve un sueño, soñé que teníamos entrenador nacional y ganábamos el europeo! El despertar fue una pesadilla.
Dinamita
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