lunes, 22 de febrero de 2016

MAESTRO DE MAESTROS, DON ALEJANDRO GARCIA RENESES.

 
 
 
  foto Sport.es

Máxima competividad, máximo espectáculo el que hemos vivido esta copa en la ciudad de la Coruña, teníamos muchas expectativas, se presentaba emocionante, reñida, dicen que no es bueno tener expectativas, la realidad puede decepcionarte, en esta copa la realidad superó la ficción, tuvimos una copa estratosférica donde por tercera vez consecutiva el Real Madrid de Laso volvió a ganar, imponiendo su hegemonía en el baloncesto español.

Sí, el Madrid es el campeón, pero esta copa no será recordada por esta razón, será la copa del gran maestro del baloncesto, Aíto García Reneses, el maestro de los maestros, rozando los 70 años y ejerciendo de comandante en las canchas antes de que yo hubiese nacido llevó a sus chicos del Herbalife Gran Canaria a la gran final de la Copa.
 
Su mano derecha otro veterano de guerra, Olivier con 38 años ejecutó sus órdenes al más mínimo detalle para deleite de los allí presentes. Aíto el hombre tranquilo, una tranquilidad inquietante, desestabilizadora que confunde con su juego combativo sibilino. Aíto es el hombre de esta copa, lo demuestran sus victorias ante uno de los favoritos, el primero de la tabla de ACB, el Valencia Basket que nada pudo hacer ante la sabiduría y experiencia de Aíto trasmitida a sus chicos de la mano de Olivier. 
 
Su segunda víctima, uno de sus pupilos favoritos, cenó la noche anterior con él, Sito Alonso, comandante que apunta maneras, brillante discípulo del gran maestro. Nada pudo hacer Sito, el cual había resuelto bien su afrenta con otro de los grandes, el errático y desganado Barcelona. 
 
Un partido para olvidar de los catalanes, donde Sito superó a los azulgrana caminando por un sendero de paz. En su contienda en semifinales contra el Gran Canaria, todo parecía que iba sobre ruedas, camino a la final con otro inagotable veterano Mumbrú que llevaba la pauta del juego, ayudado por su experiencia y sabiduría en la pista, ganaban de 19 puntos los vascos, ya soñábamos con una final vasca cuando la superioridad física y combativa de los muchachos de Aíto llamados a las armas cambiaron el rumbo de la historia llevando a la final al Gran Canaria, la primera final copera para este equipo.

En la cara B de la copa, otras dos grandes contiendas, Baskonia sufrió hasta el agotamiento para poder superar a un épico Obradoiro que vendió su alma en la pista del Coliseum demostrando que va a despertar de su letargo y superar su crisis exinstencial de regularidad para salvar la permanencia esta temporada. 
 
Un gran partido, el mejor, donde mi corazón estaba partido, ante ellos, dos de las mejores aficiones de España, fieles e incondicionales hasta la muerte. Los chicos duros y difíciles del impenetrable Perasovic llegaban a semifinales exhaustos física y anímicamente pero lo dieron todo una vez más ante el gran Madrid que venía de un partido relajado y tranquilo ante el humilde Fuenlabrada. LLul, una vez más protagonista, dio la victoria a su equipo, el Madrid ya estaba en la final de la Copa.

Eran muchos los que pensaban que la final era del Madrid, pero Aíto, el hombre inalterable a los acontecimientos en la pista, aún no había dicho la última palabra, fue una gran final donde los dos equipos lo dieron todo, no jugaban en igualdad de condiciones, la plantilla estratosférica de Laso se impuso en el útimo minuto a los hombres de Aíto que a falta de 16 segundos se metieron en el partido una vez más con un triple de Rabaseda.

Ayón MVP de esta memorable Copa, el mejor jugador, determinante en la victoria de la final, pero hubo muchos, Rabaseda, Mumbrú, Olvier, Hanga, LLul, Fabien Causer pero una mención especial para mi debilidad de esta copa Adams, un gran jugador, que lo da todo en cada uno de sus partidos, un portento físico que quedó demostrado en un demoledor mate al más puro estilo NBA.

Tristes nos vamos porque no tendremos otra Copa hasta dentro de 365 días, pero esta semana otra jornada más, el Herbalife octavos de la Eurocup y cuatro apasionantes partidos de Liga Europea nos harán vibrar una vez más, siéntense y disfruten.
 
Marta Rey desde Santiago de Compostela, saboreando la mejor copa de los últimos años, con sabor añejo, sabor a Don Alejandro...Aito para los amigos.

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