Llevaba ya
tiempo queriendo escribir un artículo al respecto, muchas ideas al rondando mi
mente pero jamás plasmadas por escrito por diversos motivos hasta que el último
día del mes de junio surgió la motivación necesaria para ponerse manos a
la obra y tratar de ordenar mis pensamientos a través de un teclado y un ratón.
El desgraciado detonante del presente artículo no es otro más que la decisión
de RTVE de suprimir el canal temático Teledeporte, fusionando parte de su
programación con La 2 y pasando el resto de contenidos a un futuro canal de
streaming a través de internet.
Se alegan
motivos económicos para este cierre justo mes y medio después de que RTVE
pagase una millonada por los derechos de la selección española de fútbol de
cara a las fases de clasificación para la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018.
Todavía permanece en la memoria la millonada que se pagó en 2011 por los
derechos del partido en abierto de la Liga de Campeones del balompié superando,
de nuevo, en la subasta otras ofertas mucho más razonables y adaptadas a los
mercados de operadores privados.
El ente
publico con la adquisición de estos derechos de retransmisión del fútbol incumplió la Ley General Audiovisual. En este sentido el
artículo 47.3 de esta ley dice que los prestadores de servicios públicos de
comunicación audiovisual no podrán subcotizar los precios de su oferta
comercial y de servicios ni utilizar la compensación pública para sobrepujar
frente a competidores privados por derechos de emisión.
No entro en
los derechos deportivos de los Juegos Olímpicos tanto de verano como de
invierno ya que por su carácter polideportivo si resultarían de interés
general, además que miedo me da imaginar una hipotética retransmisión de unos
JJOO en manos de una cadena de televisión privada en la cual imagino que más de
la mitad de los deportes no tendrían cobertura al no ser rentables
publicitariamente.
Otro dato
demoledor: Teledeporte es el canal de la TDT con menores niveles de audiencia.
Algo que ha podido propiciar este hecho es su mala gestión de los derechos
deportivos. Al adquirir los derechos deportivos de los torneos de tenis de la
ATP, además de suponer un (creo que) excesivo desembolso económico para los
niveles de audiencia que genera (exceptuando las finales que juegan tenistas
españoles). De hecho en unas recientes negociaciones de la compra de los
derechos de un torneo del Grand Slam por parte de un operador privado se
negoció que en función de si Rafael Nadal estuviera presente en semifinales y/o
la final se habría de pagar una cantidad u otra por esos derechos no siendo una
cantidad fija predeterminada.
Pero el gran
daño que el tenis (no directamente este noble deporte, pero sí los gestores de
RTVE en aras de tratar de rentabilizar el gran desembolso económico
realizado) le ha hecho a Teledeporte es desestabilizar por completo su
parrilla de emisión. Al ser un deporte que no tiene una duración standard
determinada y los diversos husos horarios de los torneos a lo largo del globo
terráqueo han propiciado que sea imposible tratar de cuadrar parrillas de
emisión al no poder prever con exactitud a que hora acabarán los partidos de
tenis.
Cada semana
tocaba estar pendiente de la web de Teledeporte a ver a qué hora se emitía tal
u otra competición de la que tenían los derechos. El caso más sangrante, para
los seguidores de nuestro deporte, tal vez fue la emisión de algunos partidos
en directo y otros en diferido de la final de la Fase de Ascenso de Liga LEB
Oro a ACB. Además de las fluctuaciones horarias de las propias retransmisiones
de la Liga ACB o tener que poner las retransmisiones del baloncesto femenino en
horarios controvertidos. Y por no decir otros deportes como el balonmano,
rugby, waterpolo, voleibol, hockey, atletismo o clicismo en los cuales también era más sencillo acertar
un pleno al 15 en la quiniela que saber a qué hora te emitirían los encuentros
deportivos de estas competiciones.
En conclusión,
era imposible, para los seguidores de deportes ajenos al tenis, saber a qué
hora podrían gozar de las retransmisiones de sus eventos y las fluctuaciones de
las parrillas semanales hacían imposible enganchar una audiencia fija en las
diversas disciplinas deportivas y si es complicado conseguirlo con los fans de
un deporte en cuestión, resulta tarea utópica conseguir nuevos seguidores. El
daño hecho en los últimos años a la cultura polideportiva en este país (primero
con el motociclismo y luego con el tenis) es incalculable.
¿Cómo afectará
este cierre al baloncesto? Es difícil de evaluar, en principio las
retransmisiones de la ACB no deben tener problema para encontrar hueco el fin
de semana en la parrilla de La 2. Imagino que, si se desprenden de los derechos
del tenis, se podrá lograr la ansiada planificación horaria de las emisiones de
encuentros de la Liga ACB aunque esto me temo que es también un deseo utópico
ya que la propia ACB tampoco pone de su parte para que esto suceda.
¿Qué pasará
con los derechos deportivos de la Euroliga o ULEB Cup? Este mapa televisivo de
la nueva era digital en el cual no puedes ver, por ejemplo, ni el canal
autonómico canario ni el andaluz (y no por falta de medios técnicos para ello)
pero sí canales que sólo emiten TeleTienda o mensajes religiosos de
tele-predicadores, tal vez hubiera facilitado algo el asunto. El
baloncesto femenino y la Liga LEB parece implanteable que sigan emitiéndose en
la caja tonta e imagino que serán parte del nuevo canal de streaming en el cual
dudo que se consigan nuevos fans del baloncesto.
Tal vez aquí
ya sería función de la FEB olvidarse un poco de la selección española absoluta
de baloncesto y tratar, ahora o nunca, de potenciar este deporte de otra forma
aprovechando las nuevas tecnologías a las cuales creo que se les sacan un
rendimiento muy por debajo de lo que se podría. La batalla de la televisión
parece perdida definitivamente y se habría de volcar toda la logística de
expansión al tema de internet creando (o reforzando mejor dicho) un potente y bien organizado canal de
streaming propio y no depender de la gestión del nuevo canal de streaming de
RTVE.
JOSE BAUTISTA (PEROL N ROCK)
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