miércoles, 18 de enero de 2017

SUFRIMIENTO EN LAS PISTAS EN LA JORNADA QUE DECIDÍA LA COPA












Fría tarde la que se vivió ayer en Sar, el Obradoiro se enfrentaba al Fuenlabrada, un Fuenlabrada serio que destrozó numéricamente (72-91) y psicológicamente al Obradoiro. 

Los muchachos de Moncho salieron a ganar, llevaban cuatro derrotas consecutivas, malas sensaciones en el vestuario, arrancaron con intensidad, rebote ofensivo y poderío físico debajo del aro con Whittington y Pustovyi en la pista, fueron diez minutos de alegría para caer en la desesperación, les sucedieron treinta minutos de tortura continuada, sin respiro de un recio Fuenlabrada, que reaccionó brillantemente en el arranque del segundo cuarto, impuso su ritmo agresivo y exigente tanto en defensa como en ataque, ante ellos un Obra triste, sin energía que se dejó morir sin protesta, sólo con lamentos. 

Ni un solo triple reaccionario una vez más, mientras los madrileños los fulminaban tiro a tiro hundiéndolos en la desesperación y la agonía, hundiéndolos en la parte baja de la tabla. Ni la afición siempre tan generosa con su equipo entendió la caída de brazos de sus jugadores y pitó, pitó a sus jugadores en un intento de trasmitirle valor, valor y coraje, porque señores ante la duda coraje.

Jornada de sufrimientos no sólo para los gallegos, el Valencia sufrió ante un Estudiantes digno que se rebelaba en casa de los valencianos, no sentenció hasta el último cuarto. 

Problemas tuvieron los hombres de blanco, venían de sufrir el viernes en su encuentro europeo ante el Maccabi, que pese a los pronósticos se rebeló en los fortines del Madrid que necesitó de toda su cuadrilla liderada por LLul y por la estrella del momento, el benjamín Donic para resolver el encuentro. El Real Madrid volvió a sufrir el domingo, ante el un Joventud que resistió hasta el final, llegaron a perder de diecisies puntos los hombres de Laso, hizo falta la maestría y veteranía de su genio LLul que ayudado de Randolph salvaron en el último segundo al Madrid de la derrota.

El Barcelona sufrió, bajó a los infiernos y no sabemos cuándo planea regresar, dos derrotas, en Euroliga ante el Olympiacos y ayer ante uno de los equipos revelación, el Tenerife, que lo vapuleó en la pista con un juego de conjunto, ante el un Barcelona desvencijado, gris, como su juego, salvo genialidades individuales de Rice y Koponen, que nada pueden hacer para salvar a su equipo de la desesperación ante el aro.

Baskonia sufrió en Euroliga ante un Darussafaka que lo fulminó a triples, todavía sangraban sus heridas cuando eliminó de toda posibilidad de copa a sus compatriotas vascos, el Bilbao, cayó en Vitoria, una víctima más de la terquedad ante el aro, Sito Alonso no tuvo compasión con su exequipo, aquel con el que vivió momentos gloriosos en la Copa del año pasado,

El Andorra sabía que tenía que ganar, lo hizo, sentenció su pase a la Copa ante un Betis que no logro hazaña como en anteriores jornadas (95-69), el marcador refleja la determinación de los andorranos por meterse en la Copa, trabajo bien hecho, proyecto de futuro de este equipo que ya la anterior jornada puso en dificultades al todopoderoso Madrid.

El Zaragoza resolvió su batalla tal como estaba previsto ante un Manresa que cierra la tabla. 

Unicaja superó al Murcia sin contratiempos.

Después de esta jornada llena de sobresaltos cerramos la primera vuelta de esta liga con muchas dudas en los favoritos para la Copa, Real Madrid flojea en su juego, dependencia máxima de sus genios y figuras, Barcelona camino de urgencias, encontraran ambos el camino hacia la copa o serán revelación cualquiera de los otros seis equipos, todos merecedores de estar en Vitoria, Baskonia, Valencia, Unicaja, Gran Canaria, Tenerife y Andorra. 

Mi favorito, Baskonia, juega con el factor cancha, unido a su obstinación ante el aro y el buen hacer de su estratega Sito Alonso, el hombre de mirada triste, sin corazón, serán suficientes para doblegar a sus enemigos.

Aires fríos los que nos esperan esta semana, en las canchas deseamos ver sangre y sudor la próxima jornada, porque de morir que sea dignamente, luchando en la batalla.

Marta Rey desde Santiago de Compostela para Falta Personal, sufriendo el frío invierno, pero el Baloncesto se juega bajo techo....

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