Kresimir Loncar se convirtió esta tarde en nuevo pívot del Valencia Basket para las dos próximas temporadas. Después de pasar casi toda su carrera en el Este, este pívot croata de 2'10 metros y 31 años por fin debutará en la Liga Endesa de la mano del conjunto 'taronja', que ya venía sondeando su incorporación desde hace unos años. En La Fonteta aportará lo mismo que le hizo ganarse un nombre en Rusia durante todo este tiempo: anotación interior esté más o menos minutos en pista.
Lo primero que debemos tener en cuenta sobre Kreso Loncar es que una persona muy inteligente tanto dentro como fuera de la cancha. Eso le ayuda a comprender a la perfección su rol en la pista en beneficio del equipo, al que siempre antepondrá por encima de números personales. Desde ese punto de vista, el Valencia Basket ha fichado a un tío que hace vestuario. El croata se adaptará pronto a la ciudad y tendrá además la ventaja de tener el visto bueno de su compatriota Velimir Perasovic. Sí él está aquí es porque tiene el OK de su nuevo entrenador, eso seguro.
A nivel ofensivo es un jugador muy completo. Su principal virtud es la de ser capaz de convertir en canasta todos aquellos balones que le lleguen a la pintura. Algo no tan fácil de encontrar en clubes del viejo continente, cada vez más escasos de pívots con talento. Loncar tiene mucho. Consigue ventaja en la zona gracias a su juego de pies, que complementa cerca del aro con un correcto semigancho de derechas protegiéndose con el brazo izquierdo. También puede finalizar con la siniestra. Ahí abajo se hace hueco por colocación más que por físico, aprovecha muy bien la línea de fondo, pero no es lo suficientemente contundente en ocasiones.
Además, como pívot es capaz de jugar de cara. Aunque no se prodiga en exceso, puede crear juego desde 4-5 metros sin problemas y amenazar desde esa distancia bien lanzando con buenos porcentajes o poniendo el balón en el suelo para aprovecharse de la lentitud de sus pares. Su mecánica de tiro es más que correcta para un interior y no suele fallar desde la línea de tiros libres, algo en lo que el Valencia Basket ha puesto mucho énfasis las dos últimas temporadas. Eso sí, no es un pívot que abra la cancha como Dubljevic.
La lista de carencias comienza por su físico. A pesar de ser un 2'10, Loncar jamás destacó por ser un pívot fuerte, aunque es mejor reboteador de lo que sus números puedan indicar. Siempre se le achacó cierta falta de agresividad, algo en lo que ha trabajado últimamente. Es blandito y eso se traduce en continuos problemas de faltas, la mayoría evitables y provocadas por el ímpetu que muestra. La presencia de su compatriota, Velimir Perasovic, debe ayudarle en ese faceta, necesaria para tener impacto en una Liga Endesa donde los contactos se penalizan mucho más.
El fichaje de Loncar añade un foco de anotación del que carecía el equipo la temporada pasada, quizás en vista a compensar la llegada de un 'cuatro' menos anotador que Doellman. Esa es la primera conclusión que sacamos del primer fichaje de la temporada. Por otra parte, esta incorporación obliga a buscar otro tipo de perfil mucho más defensivo para el papel de quinto pívot, del que se encargó Juanjo Triguero el año pasado.
@ToniPoncePress para Falta Personal
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