Desde el inicio del Eurobasket han corrido ríos
de tinta sobre el papel de la selección en Eslovenia. Tras dos semanas de
campeonato, que por cierto se hacen eternas entre tanta morralla, el combinado
español se ha sumergido un mar de dudas
sobre si este nuevo proyecto liderado por Orenga será capaz de llegar a buen puerto.
Ahora empieza el campeonato, la cara y la cruz, un error más y a casa. España empieza a moverse donde más le gusta. Un territorio, ya explorado por la mayoría de los jugadores, en el que se sienten cómodos, donde aún no han fallado en sus carreras deportivas con la selección.
Ya hemos comentado la dependencia que España tiene
con Marc Gasol en pista, sin él, el rendimiento del equipo baja muchos enteros,
pero no es el único problema que tiene este equipo. Las dificultades ofensivas están
lastrando al equipo y eso lo aprovechan los rivales, si el equipo no corre, no
anota con fluidez, y eso lo saben los rivales que no dudan en maniatar a la selección
impidiendo que corra. Sin el contrataque España no se siente cómoda y le cuesta
anotar, los problemas en estático son lo que están condenando a la selección que
pasa a cuartos como cuarta de su grupo, con tres derrotas y tacada moralmente.
Esta situación hace los rivales ya no tengan miedo (o al menos saben por dónde tienen que
meter mano a esta selección) a España, ya no es la selección que ha dominado
Europa en los últimos años, desde Francia 99 España ha estado siempre entre las
4 mejores selecciones del campeonato con 2 oros, 3 platas y un bronce. En estos
momentos la ÑBA es un lobo con piel de cordero
El rival en cuartos es Serbia, un equipo sin grandes estrellas pero que trabaja en
equipo, con una defensa rocosa y un juego interior potente, un puerto de categoría
especial para una selección que llega en
plena pájara, habiendo hecho la goma durante toda la etapa, llega el momento de
saber si esto era una estrategia o mejor dicho autocontrol, o realmente la
selección no esta tan bien como todos desearíamos. Es la hora de saber si sale el lobo o por el
contrario se queda con la piel de cordero que lleva puesta.
Tonio Ortiz Cuñat
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