Han caído los dos, los dos todopoderosos Barcelona y Madrid, abultadas y millonarias plantillas que no han alcanzado la gloria de estar en la Final Four. Nadie puede decir que sea una sorpresa, el Madrid de Laso jugó durante toda la temporada con la suerte, sentado al borde del precipicio semana a semana, sin una hoja de ruta clara en la pista.
El Barcelona cayó esta semana ante el primerizo Lokomotiv (segunda participación de los rusos en esta competición), después de tener la victoria en sus manos en el cuarto encuentro en un Palau repleto, apoyando a una renovada plantilla, siete nuevas adquisiciones, una inversión sin productividad hasta el momento más que momentos para el olvido de un juego desordenado y aburrido que no encuentra el camino a la canasta protagonizado por jugadores poseídos por la letanía y el aburrimiento.
Barcelona y Madrid que esta jornada tenían que destruir cualquier vestigio de vida a su paso para curar heridas, superar carencias, y así fue. El Barcelona el viernes se enfrentaba a un Baskonia rebosante de felicidad, más preocupado por reservar energías mentales y físicas para hacer un buen papel en Berlín, estaban en la pista, pero siguiendo la táctica marcada por su jefe, el astuto Perasovic, iban de paseo como jubilados a observar la obra.
Su guerra es otra, es la Final Four, sabían que el Barcelona salía a morir y le dejaron paso hacia el aro. Más de lo mismo la tarde del domingo, aquí sin embargo los chicos de Sito Alonso les hicieron frente, intentaron parar la máquina de matar de los atormentados jugadores del Barcelona, un segundo cuarto magnífico, de buen baloncesto, un ritmo que no pudieron mantener llevándose otra victoria el Barcelona que gracias al despiste del Valencia lideran en solitario la tabla, su gran gesta de esta semana.
El Madrid se enfrentaba a un Obradoiro que lucha por la permanencia, nada pudo hacer para parar a los soldados de blanco, un Madrid descansado con una rotación inagotable que fulminó a partir del segundo cuarto a los gallegos.
Pero la fortuna ayudó a los humildes esta vez y el Estudiantes reforzado con el ex jugador gallego Kendal cayó en casa ante el corrosivo y fornido Fuenlabrada que sigue de sexto en la tabla, posición ganada jornada a jornada, canasta a canasta.
El Baskonia se enfrentaba a sus compatriotas Guipúzcoa que abatieron sin dificultades y sin arriesgar a ninguno de sus jugadores, no pueden permitirse ni una baja más para llegar con posibilidades ante el temible Fenerbache de Obradovic.
Katiskaris venía de perder en Sar, abatido y abrumado por el juego sólido del Obradoiro de la pasada jornada, una lección coral de baloncesto, así que sólo le quedaba ganar si quería mantener vivas las esperanzas de alcanzar el último pase para play off, su víctima un sorprendido Valencia que no acaba de superar el bajón, fruto de la presión de mantener el ritmo de juego marcado desde el inicio de la temporada, casi Misión Imposible para los de Pedro Martínez.
El partido más entretenido y reñido fue el protagonizado por mi añorado Unicaja contra Herbalife, la victoria finalmente se la llevaron los malagueños asegurando su participación en los play off. Gran demostración de astucia en el último cuarto del gran maestro del baloncesto español, D. Aíto García Reneses.
Zaragoza e Iberostar superaron sus encuentros, el primero ya desde la tranquilidad y el segundo ante un Sevilla revoltoso se juega con el Bilbao y Murcia un billete para el tren de los play off.
Damos la bienvenida a Kostas Vasileiadis que vuelve a casa, al Obradoiro, para sumar en la batalla de la permanencia en ACB de los gallegos, estas últimas cuatro jornadas.Tenía otras ofertas, algunas más suculentas, pero como decimos en nuestra Galicia, la morriña de esta tierra tira, tira y te hace volver. Esperemos que su vuelta devuelva la alegría a un inquieto y preocupado Sar.
Marta Rey desde Santiago de Compostela con la gran esperanza Griega venida a salvar al Obradoiro semanas quedan partidos también y aquí lo contaré.