El obradoiro hace feliz a Diego de 11 años.
Llovía torrencialmente en Santiago, presagio de la tarde de tormenta que iba a vivir el infierno de Sar, dos equipos, los dos necesitaban la victoria, el Obra buscaba la permanencia en la ACB, El Bilbao la octava plaza, billete para los play off, dos guerras pero una sola victoria.
Los hombres de Moncho salieron a morir desde el primer segundo del encuentro, una defensa zonal dura y difícil hizo que los gallegos llegasen alcanzar una diferencia de 21 puntos ante los hombres de negro capitaneados por el incombustible y omnipresente capitán del equipo, Mumbrú, que con 21 puntos en su anotador particular que hicieron que el Bilbao recuperase posiciones en la pista, endureciendo su juego en zona hasta igualar el marcador en un último cuarto agónico y desgarrador para los gallegos.
Cinco minutos más de intenso placer y sufrimiento en Sar, prórroga dominada por los gallegos con un protagonista indiscutible Benzius que zanjó tanto sufrimiento y resolvió el encuentro manteniendo vivas las ilusiones de los allí presentes en continuar en la ACB la siguiente temporada. Sar se rindió a sus héroes.
El gran maestro nos concedió otra alegría a los gallegos derrotando con un apretado marcador al enemigo, Estudiantes luchó pero la victoria fue para los canarios que se consolidan su quinta plaza en la tabla. Digna derrota de los madrileños, no podemos decir lo mismo del paupérrimo Barcelona que vimos ayer en la Fonteta. Los de Pedro Martínez dolidos por su derrota ante el Murcia, salieron a matar, vimos aquel Valencia brillante, de luces de neón, que logró a principios de temporada 18 victorias consecutivas.
El gran maestro nos concedió otra alegría a los gallegos derrotando con un apretado marcador al enemigo, Estudiantes luchó pero la victoria fue para los canarios que se consolidan su quinta plaza en la tabla. Digna derrota de los madrileños, no podemos decir lo mismo del paupérrimo Barcelona que vimos ayer en la Fonteta. Los de Pedro Martínez dolidos por su derrota ante el Murcia, salieron a matar, vimos aquel Valencia brillante, de luces de neón, que logró a principios de temporada 18 victorias consecutivas.
Un Valencia de juego vertiginoso que sacó los colores a un ya abochornado Barcelona, caótico en su juego, perdido en el camino a la canasta y sobre todo un Barcelona sin hoja de ruta, estrellas intermitentes que convierten al Barcelona en un equipo de luces y sombras.
El Madrid, más descansado, de su periplo europeo, sufrimiento jornada a jornada, cada partido una final, arrasó al Unicaja de Joan Plaza en sus dominios, un Unicaja fortalecido, con ocho victorias en las últimas jornadas. Los de Plaza aguantaron el tipo la primera parte gracias al juego excepcional de un grandioso Kuzminskas pero se rindieron ante el acierto desde el perímetro de los blancos con Carroll y Rudy Fernandez como protagonistas del tiro de tres, fundamental en el juego de los hombres de Laso.
Los murcianos arrebataron la tan cotizada octava plaza de la tabla al Bilbao tras su victoria ante el Iberostar. Fuenlabrada y Sevilla ganaron sus respectivas contiendas ante Zaragoza y Manresa desde la tranquilidad de no jugarse nada en las últimas jornadas.
La derrota del Guipúzcoa ante el Joventud confirmaba matemáticamente su descenso, su salida de la mejor liga europea, desde aquí un fuerte abrazo a toda la afición del Guipúzcoa que echará de menos el mejor espectáculo del mundo, nuestra apasionante liga ACB.
Por último, mis niños bonitos por méritos propios, Caja Laboral al mando del comandante Perasovic ganó con dificultades a un recio Andorra asegurando su cuarta plaza en la tabla y factor campo en los play off. Buenas sensaciones para afrontar la terrible batalla que les depara el viernes ante el Fenerbache del gran Dios Obradovic en su guerra por la gloria llamada Final Four.
Solo desear suerte a estos valientes este viernes, porque la justicia les daría la victoria, ganen o pierdan el viernes, dará lo mismo, han alcanzado la gloria con su gran juego, fruto del esfuerzo y tenacidad, de su actitud luchadora durante todo el largo y difícil camino que han sufrido hasta llegar a la meta, estar en la Final Four en Berlín. Ganen o pierdan son ya unos CAMPEONES y morirán en la pista con honores.
El Madrid, más descansado, de su periplo europeo, sufrimiento jornada a jornada, cada partido una final, arrasó al Unicaja de Joan Plaza en sus dominios, un Unicaja fortalecido, con ocho victorias en las últimas jornadas. Los de Plaza aguantaron el tipo la primera parte gracias al juego excepcional de un grandioso Kuzminskas pero se rindieron ante el acierto desde el perímetro de los blancos con Carroll y Rudy Fernandez como protagonistas del tiro de tres, fundamental en el juego de los hombres de Laso.
Los murcianos arrebataron la tan cotizada octava plaza de la tabla al Bilbao tras su victoria ante el Iberostar. Fuenlabrada y Sevilla ganaron sus respectivas contiendas ante Zaragoza y Manresa desde la tranquilidad de no jugarse nada en las últimas jornadas.
La derrota del Guipúzcoa ante el Joventud confirmaba matemáticamente su descenso, su salida de la mejor liga europea, desde aquí un fuerte abrazo a toda la afición del Guipúzcoa que echará de menos el mejor espectáculo del mundo, nuestra apasionante liga ACB.
Por último, mis niños bonitos por méritos propios, Caja Laboral al mando del comandante Perasovic ganó con dificultades a un recio Andorra asegurando su cuarta plaza en la tabla y factor campo en los play off. Buenas sensaciones para afrontar la terrible batalla que les depara el viernes ante el Fenerbache del gran Dios Obradovic en su guerra por la gloria llamada Final Four.
Solo desear suerte a estos valientes este viernes, porque la justicia les daría la victoria, ganen o pierdan el viernes, dará lo mismo, han alcanzado la gloria con su gran juego, fruto del esfuerzo y tenacidad, de su actitud luchadora durante todo el largo y difícil camino que han sufrido hasta llegar a la meta, estar en la Final Four en Berlín. Ganen o pierdan son ya unos CAMPEONES y morirán en la pista con honores.
Marta Rey con el Obradoiro cerca de permanecer en ACB, Santiago merece seguir.....
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