lunes, 1 de septiembre de 2014

¿JUGAR SIEMPRE A GANAR EN UN MUNDOBASKET?

El actual formato de MundoBasket estaba ya caduco y por ello la FIBA comenzará a realizar cambios drásticos a partir de la próxima edición, más vale tarde que nunca. El sistema de wild-cards (invitaciones previo pago de una gran cantidad de dólares) y un modelo de cruces que puede conducir a especulaciones era algo que debía borrarse del mapa del baloncesto cuanto antes y más tratándose de la segunda competición internacional en importancia tras unos Juegos Olímpicos.

En primer lugar se cambia la periodicidad del MundoBasket, el cual dejará de coincidir en año con el Mundial de fútbol. La próxima edición del MundoBasket tendrá lugar en 2019 (de aquí a cinco años) y, aparentemente, ya se quedará así para el resto de los tiempos con un intervalo de cuatro años (2019, 2023, 2027, 2031...). Además los Eurobaskets (tras los de 2015 y 2017) también pasarán a tener una periodicidad de cuatro años en lugar de la actual de dos (2017, 2021, 2025, 2029...).

Esto por un lado es un claro guiño de la FIBA a la NBA liberando a los internacionales como mínimo un verano cada cuatro años (el verano que coincida con el Mundial de fútbol como ya se ha señalado anteriormente) y, por otro lado, además significa un intento por parte de la FIBA de revalorizar sus propias competiciones cada vez más plagadas de renuncias y misteriosas bajas. Exceptuando los Juegos Olímpicos servidor es incapaz de recordar la última vez que fueron los mejores jugadores del mundo a disputar estas competiciones.

Aunque volviendo al asunto entorno al cual versa este artículo, el actual formato de competición del MundoBasket, conviene señalar que este sistema con una eterna primera fase con grupos de seis equipos de los cuales pasan cuatro tiene el consecuente peligro de que algunas selecciones puedan elegir a su rival en octavos y cuartos de final aún a costa de dejarse perder algún partido que otro. Todo eso parece que tratará de ser solucionado en la edición de 2019 al cambiar el formato de 32 selecciones por el de 24 actual, aunque esta medida tendrá como contraprestación un importante descenso del nivel competitivo de lo que se debería esperar en un Mundial de baloncesto.

Aunque servidor no es un gran apasionado del motociclismo jamás olvidará cuando el piloto ilerdense Emilio Alzamora ganó el Mundial de motociclismo de 1999 en 125 cc (actual Moto3) sin ganar ninguna carrera en toda la competición, únicamente se valió de una calculadora con la cual ir calculando en que puesto le convenía acabar cada uno de los grandes premios de aquel año. Este método de competir con la calculadora en mano (o banquillo) también se aplica en los Mundobaskets, y más con este extraño sistema de cruces, que impide que los grupos A y B se enfrenten a equipos de los grupos C y D hasta la final o el tercer y cuarto puesto, circunstancia que desde mi punto de vista devalúa y quita mucha emoción a la competición.

A nadie se le olvida, hace ya algunos años, una canasta a última hora de DeColo ante Grecia que supuso la victoria de los galos pero que propició que Francia se cruzase con España en la siguiente ronda y los griegos esquivasen a la selección española. Algo parecido paso ayer en la victoria de los franceses ante Serbia: alegría y euforia inicial por la remontada... pero en los medios de comunicación franceses advertían que convenía quedar cuartos mejor que terceros para no tener que medirse a España hasta semifinales (siendo cuartos). En el caso de que los galos acabasen terceros se cruzarían con España en un hipotético cruce de cuartos y tras peder ante Brasil en la jornada inaugural de este MundoBasket es un posibilidad más que evidente. Y viendo el bajo nivel tanto de Egipto como de Irán parece descabellado que corriera peligro la cuarta plaza del grupo a favor de los franceses. 


Lo dicho, para esquivar a España y Estados Unidos hasta semifinales conviene quedar cuarta (o segunda) en los grupos A o C o bien primera (o tercera) en los grupos B y D. Esta circunstancia me temo que lleve a ver alguna sospechosa derrota en lo que resta de fase de grupos. Por suerte para el deporte esta mañana la victoria de Senegal ante Croacia ha reventado todas las calculadoras del grupo B, aunque hay que estar atentos a cómo se desarrolle el Argentina-Grecia de la última jornada.

En el grupo C habría que mirar con lupa un República Dominicana – Turquía de la última jornada mientras que en el D hay un Lituania – Eslovenia que puede dar mucho que hablar. Esperemos que por el bien del deporte se produzcan más sorpresas rompe-calculadoras como la de esta mañana y que todo el mundo juegue a ganar. Aunque para evitar tanta especulación la mejor solución es, sin duda, cambiar este caduco y actual sistema de competición.

JOSÉ BAUTISTA (PEROL N ROCK)




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